Nagano, hace un mes y tres días. Día 4

Hitoshi Oest

Julio 23 2015


Este día fue uno bastante bueno, muy agradable, informativo, largo, y feliz pero no igual un poco triste ya que este día regresamos a la ciudad. Si me hubiera gustado un poco el habernos quedado un día más.

El día inicio con el desayuno, como de costumbre y bastante bueno. Desafortunadamente no le tome foto ninguna vez ya que me daba pena el hacerlo porque presente estaba la familia de mi amigo y las personas que hicieron la comida, no sé, tal vez mi actitud se está tornando un poco japonés, la timidez crece.

Fuimos a pescar un poco más Keito, Lan y yo pero esta vez sin suerte alguna mi amigo y yo; en cambio la hermana si, ahora si pesco varios “bluegill” y de buen tamaño. Después hicimos las maletas, un poco de aseo del cuarto en el que nos encontrábamos y de pronto ya habíamos partido hacia la ciudad de Nagano, o al menos eso yo creía. Llegamos a otro pueblo en el camino de regreso, donde paseamos un buen rato para conocer el lugar, turistear. Muy diferente a lo normal que había conocido, muchas cosas que conocer y hacer en aquel pueblo. Comimos en un pequeño restaurant de comida japonesa especializada en fideos pero de una manera extraña, me quiero imaginar que por la hora ya no tenían ni la mitad de los platillos escritos en el menú.

Al acabar, fuimos a caminar un poco más por aquel lugar tan bonito, viejo pero moderno. Entramos a una tienda donde se hace sake (bebida alcohólica japonesa) y decidí junto con mi amigo el probar uno que otro, pero sobre todo probar uno local. En efecto había uno en especial que hacen en aquel lugar. Les dejo el link para que lo vean: www.masuichi.com

Después de probar varios y comprar el de la casa fuimos un poco más a caminar a los alrededores, por restaurantes modernos pero con estilo japonés antiguo y calles viejas pero bien cuidadas. Es algo que tengo que resaltar, los japoneses lo que tienen, lo cuidan y lo hacen con ganas. Igual pasamos por una tienda donde hacen “miso” y nos dieron un pequeño tour por la fábrica; también pero ya en camino de regreso al carro pasamos por una tienda de nieve con sabor a castañas, la verdad que no pensé que fuera a estar tan buena esa nieve, en verdad se la recomiendo.


Llegamos a la ciudad de Nagano pero el shinkansen no llegaba hasta como 3 horas después, así que decidimos de nuevo comer algo y pasear de nuevo un poco más por la ciudad cerca de la estación.

Después de comer regresamos a la estación de Tokio en el tren bala y llego la parte triste, la despedida de la familia de mi amigo. En verdad que aunque sea solo por unos cuantos días si se llega a querer a las personas y más sin son tan amables como son los japoneses. Viví momentos muy agradables y hasta podría decir que inolvidable con ellos; si alguna vez vives con una familia diferente, inténtalo, intenta encajar dentro de la familia, no hay arrepentimiento.



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